Skip to content Skip to footer

Cómo hidratarte sin aburrirte del agua

Sabemos que tomar agua es importante, pero… ¿a quién no le pasa que después del segundo vaso ya no dan más ganas? Mantenerse hidratado no tiene que ser una tarea. Con algunos pequeños cambios, puede volverse algo fácil y hasta placentero.

Empezá por lo más simple: tené siempre agua a mano. Una botella en el escritorio, en la mochila o junto a la cama hace toda la diferencia. Si la ves, te acordás. Si tenés que ir a buscarla, la olvidás.

Y si el agua sola te aburre, jugá un poco con los sabores: agregá rodajas de limón, menta, frutillas o pepino. En verano, un poco de jengibre o naranja también queda genial. Son opciones naturales, sin azúcar y con un toque fresco que invita a tomar más.

Otra forma de hidratarte sin darte cuenta es a través de los alimentos: frutas como sandía o melón, verduras como pepino o zapallito, sopas o licuados. Todo suma.

No hace falta contar vasos ni poner alarmas. Escuchá a tu cuerpo: cuando sentís la boca seca, cuando el cansancio aparece sin motivo o la piel se nota más tirante, probablemente te esté pidiendo agua.

Hidratarte es una forma simple de cuidarte. No se trata de hacerlo perfecto, sino de hacerlo posible.

Dejá un comentario