En muchos lugares la siesta es vista como un lujo o incluso como una pérdida de tiempo. Sin embargo, cada vez más estudios confirman lo que la tradición popular ya intuía: dormir unos minutos durante el día puede ser un aliado poderoso para recuperar energía, mejorar el ánimo y hasta cuidar la salud.
Lo que hace una siesta en el cuerpo
El descanso breve durante el día ayuda a reducir el cansancio acumulado, baja los niveles de estrés y mejora la concentración. Una siesta corta también refuerza la memoria y la creatividad: es como resetear la mente para volver a arrancar.
¿Cuánto tiempo es lo ideal?
- Siesta corta (10-20 minutos): es la más recomendada. Da un impulso de energía sin generar somnolencia después.
- Siesta media (30-45 minutos): puede mejorar la memoria, pero suele dejarnos aturdidos al despertar.
- Siesta larga (más de 60 minutos): ayuda a recuperar tras noches de mal sueño, pero altera el descanso nocturno si se repite a diario.
El momento adecuado
El mejor horario suele ser entre la 1 y las 4 de la tarde, cuando naturalmente baja el nivel de alerta. Dormir más tarde puede chocar con el sueño nocturno.
Cómo hacer que funcione
- Elegí un lugar cómodo y tranquilo.
- Ponete una alarma para no pasarte del tiempo ideal.
- Evitá que la siesta se convierta en sustituto del sueño nocturno.
Un hábito simple, un gran beneficio
Lejos de ser un mito, la siesta es una herramienta sencilla y accesible. No hace falta dormir una hora: unos minutos bien aprovechados pueden ser suficientes para recuperar energía y enfrentar el resto del día con otra cara.